El enigma de la mente. La certeza de la muerte.


   Las flores de mis vivencias
quiero plasmar hoy en versos,
por si un día no lejano,
estos hermosos recuerdos
se borran de mi memoria
al morir sin estar muerto,
o muero porque me llama
el CREADOR y PADRE nuestro.
En ambos casos sabemos
que esto es un gran  misterio.
 
   Se cierra con siete llaves
el baúl de los recuerdos,
el archivo se estropea,
se borra lo escrito dentro
o todo queda enterrado,
todo muere de momento.
 
   Deseo revisar la agenda
donde he guardado mis sueños,
para poder darlos vida,
intentando alzar el vuelo,
no esperar para mañana...
Guardan sorpresas los tiempos.
Mañana, tal vez mañana...
¿Cómo será ese momento?...
 
   Los deseos y las vivencias, 
aunque  son míos, no soy dueño,
hasta una débil demencia,
los esconde, es tremendo.
La mente se queda a oscuras
dormida en profundo sueño,
no se sabe si está viva,
o muerta con los recuerdos.
 
   Todo en la vida es caduco,
-aviso a los soberbios-
ni científicos ni sabios,
aclaran este misterio.
 
   Nuestras floridas vivencias 
y personales anhelos,
viviremos plenamente
mientras lo quiera así el cielo. 
Todo llega, todo pasa, 
son los designios y el tiempo.
El presente se me esfuma,
apenas breve momento.
El futuro está en el aire,
tal vez no llegue a tenerlo.
Las remembranzas pasadas,
muertas como los recuerdos.
 
  La vida y sus circunstancias,
son regalos del ETERNO.
La muerte no es el final,
de otra vida es el comienzo,
es el momento preciso 
en que se acaba este tiempo,
y se goza la esperanza 
que nos  legó JESUS bueno
que tanto, tanto nos ama
que pagó en la Cruz muriendo 
para librarnos del mal
si a lo largo del sendero 
hemos confiado en EL,
"DIOS  CREADOR y PADRE" nuestro