No es el final

   Es meta en dura carrera,
no es el final del camino,
acaba el pedregoso,
comienza el que va al destino.
Este destino es el fin
para el que hemos nacido,
La muerte no es el final,
aunque den el finiquito,
es el comienzo gozoso
de la entrada al paraíso.
Me dicen que esto es quimera,
falacias que nos han dicho,
que el cielo es una utopía,
el cuento que hemos creído.

   ¡Qué triste será la vida,
del ateo convencido!
Esta vida es dolorosa,
breve, fugaz, sin sentido
para quien no tenga fe
y sólo crea en lo finito.

   Doy gracias por el regalo
que me ha sido concedido.
Vivo con fe y esperanza,
es un don que he recibido,
el obsequio más valioso
que una y mil veces bendigo.
La muerte es el final,
de este mundo en que vivimos,
pero es la entrada gloriosa,
con Cristo en el paraíso.

   Si esto fuera una utopía,
bendita utopía yo digo,
he pasado por el mundo,
soñando con lo infinito,
con ese final, seguro
que no es final, es principio.
Así, aunque duela el adios
de nuestros seres queridos,
la fe nos da la esperanza,
de en su momento,  reunirnos.

   Somos obra del CREADOR
y su amor es infinito,
no nos creo para el mal,
de eso vino a redimirnos.
Nos creo para la gloria,
su cielo, algo exquisito
que si fuera una falacia,
al menos de ilusión vivo.
Si como creo es verdad,
Dios sea por siempre bendito.
Porque nos fiamos de EL,
nos da el cielo prometido.
La muerte no es el final,
es de otra vida el principio.