En Belén y ahora

   En Belén aquella noche,
todos cerraron la puerta.
¡Pobrecillos y no abrieron, 
tenían a DIOS tan cerca!...
Ninguno reconoció,
al Salvador que a ellos llega. 
Además... ¿Por qué acogerlos,
sólo causarán molestias.
Son pobres, ella está encinta...
¡Nuestra casa ya está llena.

   Mi casa, mi vida, mi alma,
¿Están en verdad abiertas?

   ¡Perdóname, oh Dios Santo,
yo no me daba ni cuenta,
pero una noche y mil noches,
también mi puerta se cierra!