En algún rincón secreto
oculto para mi vista,
sin saber cómo ni cuándo,
alguien a ascender me invita,
permaneciendo velado,
porque entre nieblas camina.
Sigiloso yo cuestiono,
si es verdad o es mentira,
esa extraña sensación
que dentro de mi, sentía.
¿Será respuesta a mis sueños,
cruel falacia o utopía?
Siento un calor que me abrasa,
como una hoguera encendida
y el murmullo de una fuente,
manando agua fresquita,
para ir la sed apagando
de quienes lo necesitan.
Gran hontanar de frescura
donde una llama palpita.
Agua y fuego, fuego y agua,
causan sed y lo mitigan....
Es el amor, amor puro,
el manantial de aguas vivas,
aguas puras, aguas dulces,
aguas que cambian la vida.
Su inescrutable poder,
todo nuestro ser anima.
No se lo que es el amor,
su cara guarda escondida,
sólo me atrae el embeleso
que junto a él yo sentía.
Me seduce, me posee,
con una gracia exquisita.
Me muestra un mundo mejor,
pero nunca a nada obliga.
Su rostro húmedo de lágrimas,
le adorna tierna sonrisa,
muy hermosa, seductora,
con su brillo me fascina,
emanando claridad,
luz que todo lo ilumina.
Prendada de su hermosura,
al final caigo rendida
ante esta potente fuerza
que todo mi ser conquista
y con total libertad,
a ser generosa invita,
a buscar preciados dones,
mas nunca por avaricia
pues pensamos en los otros,
haciendo el bien sin medida.
Es amor, sólo su luz
por esa ruta nos guía,
nos da valor, quita el miedo,
a nuestro lado camina,
dando un poder misterioso
que transforma nuestra vida.
Quiero que anide en mi ser,
vivir por él seducida,
con libertad absoluta,
ser su presa y su cautiva,
ya que el amor es la esencia,
de toda gracia divina.
