Sombra de los picos

   Ya se está poniendo el sol
tras de esas cumbres nevadas,
va oscureciéndose el valle
al cobijo de esta capa.
Las sombras crecen y crecen,
cada minuto se alargan
y figuras fantasmales,
parece que se agigantan. 

   Los pueblos de sus laderas,
en los pliegues de sus faldas,
después de un duro trabajo,
a estas horas ya descansan.
Todo es paz, todo silencio,
tan sólo algún perro ladra.
Sus gentes ya se retiran
a reposar en sus casas.
Los pajaritos canoros
al anochecer no cantan,
se guarecen en sus nidos
donde sus hijos aguardan.
En los campos y en los bosques,
la noche llega callada
y ese acogedor silencio,
vuelve a estos lugares, calma.

   Nuestros ancestros creyentes,
en sus hogares rezaban,
toda la familia unida
a DIOS con amor ensalzan,
ahora al terminar el día,
después de dura  jornada. 

   Todo es paz, todo armonía
en la noche perfumada
con aroma de mil flores
que su perfume regalan.
Tras la oración y la cena, 
sus gentes ahora descansan.
La noche ya se ha extendido
ya sale la luna clara.
En sus hogares los niños
ya se van para la cama,
despidiendo o a su familia...
"Si Dios quiere hasta mañana".

   Y la sombra de los Picos,
volverá a ser alargada,
proyectándose en los valles
sus siluetas recortadas
cada día diferentes
pues la Tierra se desplaza.
Los Picos, gigantes pétreos,
dan sombras que se agigantan,
siempre igual, siempre distintas,
así cada día que pasa. 
Emocionante belleza
que trae paz a nuestras almas.