El alba trae un
nuevo día,
es amanecer muy bello,
me he dormido en los laureles
y al llegar el sol despierto
con ansias insatisfechas
que quieren que alce
el vuelo.
No me llenan las migajas
que recojo de este suelo,
por eso miro hacia arriba,
buscando rutas de cielo.
Vivir así, no es
vivir,
yo quiero vivir mi anhelo,
las hermosas ilusiones
que se han gestado en mis sueños.
Mi fuerza está en la esperanza
de alcanzar algo muy bello,
algo que valga la pena,
algo que siento acá dentro,
algo que no sean trocitos,
pido ese tesoro entero.
Tal vez, sea una utopia,
mas, no lo sé , si no intento.
Es fácil ir al fracaso,
por escabrosos senderos,
cada piedra es mi
lección,
pero también es tropiezo.
No es hora de
pesimismos,
cuando el día está amaneciendo
y la aurora nos regala
la luz , su mejor obsequio.
El peor de los
fracasos
es abandonar proyectos
sin haberlos comenzado
por cobardía o por miedo.
Siempre aflora la nostalgia,
pesar y arrepentimiento.
Busco asirme a la
esperanza
con sus alas para el vuelo.
Sólo no puedo ascender,
a mis creencias me aferro.
Al menos ya lo he intentado,
empiezo a vivir mi sueño,
nunca lo vería logrado,
si hoy con ilusión no empiezo.
