Amigos para siempre

   Si me necesitas, búscame, 
voy por la orilla del río
al compás  de la corriente,
al encuentro de un amigo.
Todo es belleza y silencio,
en este entorno escogido,
todo es paz, todo armonía,
serenidad yo respiro. 

   Algún  pajarito se oye,
cantando al lado del nido
y el rumor de la corriente
que apenas si hace ruido,
sí, un agradable murmullo,
atrayente a mis sentidos.
Suave  brisa placentera
me acaricia mientras miro,
como fluyen estas aguas,
recorriendo el camino
que las lleva hacia su meta,
el mar, su fin, su destino. 

   Así discurren las aguas,
sobre el lecho de este río,
así ocurre en nuestra vida,
cada minuto vivido.
Cualquier  momento que pasa,
es un momento distinto.

   Percibo pasos lejanos,
se aproxima  ya mi amigo,
lentamente caminando,
disfrutando de lo dicho. 
Emocionante el encuentro
en el lugar elegido,
donde pasábamos horas,
hace tiempo, siendo niños.
Nos miramos con asombro...
¿Acaso somos los mismos?...

   Todo llega, todo pasa,
como las aguas del río,
nosotros vamos pasando,
pero no el amor de amigos.
Mucho va quedando atrás, 
con los recuerdos dormidos, 
mas la sincera amistad,
nunca la apaga  el olvido.

   Recobramos remembranzas,
guardadas en nuestro archivo.
Disfrutamos en común
de recuerdos selectivos,
esos que nunca se olvidan
pues se graban siendo niños.

   Las hojas bailan al son
del viento que ha salido,
viento tenue que acaricia, 
nuestros rostros ya curtidos.
Es armonioso concierto,
pájaros, hojas y río.
Afloran los sentimientos 
que parecían dormidos,
rezumando la nostalgia
de aquellos años benditos,
cuando compartíamos sueños
y juegos muy divertidos.

   Hoy bullen reminiscencias
de aquellos días  vividos
al calor de las familias,
muy largas, con muchos hijos,
donde reinaba el amor
y no cabía el egoísmo. 
Donde nos reuníamos todos,
de los padres al cobijo,
unidos por el amor,
profesándonos cariño.
¡Que hermosos son los recuerdos
que no se lleva el olvido!
Son vivencias de la infancia,
compartidas entre amigos.
Es privilegio, es regalo,
para estos dos viejecitos,
compartir las experiencias,
de hermosos  años  de niños.

    Todo llega y todo pasa,
como estas aguas del río,
pero el tiempo no se lleva
el amor de los amigos.