Niños, aurora de la vida

   Luz virginal de la aurora,
rosa puro, llega el alba,
el rosicler da alegría,
gozo del cuerpo y del alma.
Renacen las ilusiones
en soleada mañana,
desaparecen los miedos,
al fin triunfa la esperanza. 

   Un niño empieza a vivir,
al lado de quien le ama.
En el libro de la vida,
primera página es blanca. 
Es la aurora de su tiempo,
blanca hay que conservarla. 

   El candor y la pureza
de los niños y del alba,
despiertan sueños dormidos,
iluminan la mirada.
Todo auténtico,genuino,
con dulce fuerza nos llama,
nos atrae, nos seduce,
como una sonrisa franca.

   Aunque metidos en  barro, 
buscamos  el agua clara,
queremos sentir limpieza,
despreciamos lo que mancha.
Tierna sonrisa de un niño,
el fulgor de su mirada,
su inocencia, su ternura,
su vocecita que llama,
son regalos especiales
que yo no cambio por nada.

   Ingenuidad candorosa
del niño en su tierna infancia,
suave luz crepuscular,
fuego, rosa, luego blanca,
son comienzos de la vida
y del nuevo día, el alba. 
Son dos preciados tesoros
que la vida nos regala. 
Nos encantan e ilusionan,
llenan de alegría el alma
y renacen nuestros sueños,
al recobrar la esperanza. 
En el mundo hay belleza,
esfuérzate en encontrarla.
Disfrutemos, son regalos
que Dios en gotitas manda.