Amor, principio y fin

   Rápido pasan los años,
volando se va la vida
con sus  luces y sus sombras,
con sus noches y sus días,
con sus infiernos y glorias,
con sus penas y sus dichas,
con éxito en los esfuerzos,
con fracasos que lastiman,
con gestos nobles, hermosos,
con  amor  que lo ilumina.
Podríamos seguir nombrando,
momentos que no se olvidan,
dejaron profunda huella
y el recuerdo los reaviva.

   Fugaz, todo es muy fugaz,
cual la brisa que acaricia.
Fugaces son los deleites
que el loco tiempo nos brinda.
Pasajeros los placeres
que arañamos a la vida.
Efímeras las ilusiones,
raramente conseguidas.
Breves gozos y  dolores,
presentes noches y días.
Nada permanece mucho,
tiempo implacable domina. 
Insatisfechas las ansias
que a ser felices, movían
y los sueños que tuvimos,
pocas veces se cumplían. 

   Todo llega, todo pasa,
nuestras flores se marchitan.
Las ansias van apagándose
no está nuestra alma encendida. 
Las ilusiones se pierden
al no poder ser cumplidas.
Las pasiones se evaporan,
dejando a veces heridas.
Los amigos se nos van,
se nos muere la familia. 
Los méritos no se premian,
nuestras obras ya no brillan. 
La memoria se nos pierde
en rutas desconocidas.
Sólo nos queda el amor,
su fuerza es gloria bendita,
nos da alas para el vuelo
y a levantarnos invita.
Nos muestra  meta  y sendero,
a caminar nos anima.

   Ya no pesan las nostalgias
que la añoranza traía.
El amor mostró el camino
que nos da paz y alegría.
Bendito sea el amor,
principio y fin de la vida.