Aprender a amar


   Siente un nudo en la garganta,
nervios, ansiedad tristeza,
heridos su cuerpo y alma,
cree que va a morir de pena. 
Soledades interiores,
dolorosas por impuestas.

   Ecos de promesas dulces,
dulces, mas sólo promesas,
pues las llevó el olvido,
buscando dichas secretas
en noches maravillosas,
noches cuajadas de estrellas,
sin heladas y sin vientos,
muy plácidas y serenas,
propicias para el amor
pues sale la luna llena. 
Esto que parece idílico,
fue una noche traicionera.
Alguien faltó a su cita,
rompiendo de amor, la ofrenda.

   Pálida luz de la luna,
ilumina las tinieblas
con cuyo manto se cubren,
tanto dolor, tantas penas.
Se incumplen los  juramentos
y se olvidaron las promesas.
En esta noche estrellada,
sólo quedan las estrellas
y sufrimientos callados
con la silente tristeza.

  El silencio de la noche,
a quien soledad desea,
brinda su amable cobijo
para olvidar duras penas.
Lo oscuro huye en el alba
las tinieblas ya no reinan,
la luz todo lo ilumina,
un nuevo día comienza.
Nos trae nuevas ilusiones,
rotas las falsas promesas
y estas las lleva el olvido,
atrás van quedando muertas.

   Aquel amor, no era amor,
el tiempo se lo demuestra.
A veces duras lecciones
dan al problema respuesta. 
Es nuevo día y con luz,
el amor llega a tu puerta.
Aprendiste a distinguir,
deja ya la  puerta abierta.