que sólo olerla, emociona.
Su aroma es sutil, viajera,
inestable y caprichosa.
escasa cual la edelweiss,
oculta en las altas rocas.
Ando buscando esa flor
muy extraña y misteriosa,
inaccesible a mis manos,
no es común como las rosas.
Es un delicioso enigma,
descifrarlo vuelve loca
a quien quiera encontrarla
en este mundo de sombras.
Pero aunque enigma y misterio
su búsqueda es gozosa.
Disfrutarla, ansiado mito,
sólo a ratitos nos toca.
Cual la mítica edelweiss
de alta montaña rocosa,
crece oculta a nuestra vista,
¿será que es pudorosa?...
Me atrae la linda azucena
elegante y que enamora,
pero su amarillo polen,
su blancura va y destroza.
Busco la bella entre bellas,
busco la hermosa entre hermosas,
busco lo que nadie encuentra,
busco flor esplendorosa.
Lanzo suspiros al viento
por si hay alguna persona
que sabe donde se encuentra,
con sus luces y sus sombras.
Nadie la encuentra completa,
aunque todos la valoran.
Tampoco sé que color
tiene la flor que impresiona.
Se que es flor entre las flores,
poesía o selecta prosa.
Es lucero en negra noche
luz que ilumina las sombras.
Es arpa, violín y piano,
regalando dulces notas.
Es la sonrisa de un niño
es el canto de la alondra.
Es la belleza del mar
con la espuma de sus olas.
Es todo, todo y no es nada,
nadie la posee y la toca.
Por eso es el gran enigma
que el hombre no soluciona.
Es un constante deseo
que en nuestros sueños aflora.
Cuando mi alma suspira,
en mi suspirar se nota
que anhelo felicidad,
sin ella mi alma se ahoga.
No se si esa linda flor
en noches oscuras llora,
ni se si el llanto es rocío
en esa flor tan valiosa.
Sigo las doradas huellas,
percibo agradable aroma,
no llegaré a conseguirla,
pero al menos algo toca.
Son pétalos en el aire,
de esa flor maravillosa
que a veces nos traen los vientos
mezclados con otras cosas
que impiden que distingamos
si es la flor que mi alma añora.
Busco y no se lo que busco
ella se oculta en las sombras,
y si llegara a tocarla,
en mis manos, se deshoja.