La fe, regala esperanza


   Que triste sería la vida,
si la "fe" no regalara,
esa luz, esa alegría,
con la silente "esperanza".
Da alas para volar
sobrevolando montañas, 
dejando atrás barro y nieblas,
sobre  las cimas más altas.

   Quiero cantar a la vida,
mas son pobres mis palabras.  
Busco notas de alegría
en realidades amargas
y siempre llego a lo mismo,
tengo las ideas muy claras.
Llegamos a este mundo,
los padres nos esperaban
y el buen  DIOS, PADRE y CREADOR,
nos envía porque nos ama.
Nacer, vivir y morir,
todo llega y todo pasa
rápido, cual canta un gallo
y cada amanecer canta.
Un minuto o cien años, 
el tiempo loco no es nada. 

   Peregrinos en camino,
hacia la eterna morada,
tengamos listos los bártulos,
el bordón y las sandalias
o caminemos sin rumbo,
sin brújula y sin mapas.
En un alto en el camino, 
el peregrinar acaba,
unos anhelando meta, 
otros que nada esperaban. 

   Ahora comienza  el enigma,
con el que algunos soñaban,
mientras otros distraídos
que hubiera meta negaban. 
Un misterio es un misterio
y sólo DIOS nos lo aclara. 
Mientras tanto a mi me alegra
que la fe, nos de esperanza. 

   Llegará el día que no esté,
llegará el día que me vaya,
no me toca a mi elegir
será Dios el que me llama
y a esa llamada no hay forma
de negarse a contestarla. 
Siempre hemos tenido unidos
nuestro cuerpo y nuestra alma,
es hora de separarse,
cada cual a su morada.

   Busco un canto de alegría,
no se si encuentro palabras, 
palabras con optimismo,
pero valientes y claras.
Es un viaje sin retorno
doloroso, pues separa
de las personas queridas,
de las personas amadas.

   ¡Que triste será pensar
Que al morir todo se acaba,
que venimos y nos vamos
y después no queda nada.
Dios es mito, es utopía,
que no es DIOS el que nos llama
que si fuera Dios de amor,
demostraría que nos ama.
Si vuela la mariposa
es que dejó la crisálida, 
para poder alzar vuelo,
pues ella aprisionaba. 

   Todo es perfecta armonía, 
nadie en perfección iguala, 
así ocurre a los humanos,
nuestra alma, vuela, se salva. 
¡Qué alegría, nuestra fe,
nos trae rayos de esperanza!