Siempre es buen momento


   Dime por qué me buscas, por qué ahora,
ahora que en mi vida hay paz y armonía,
ya superada la melancolía,
llegas hasta mi... ¡Bendita sea la hora!

   Cuando te esperaba con sed abrasadora,
distante disfrutabas  de  alegría.
Quieres que tu canto sea melodía,
notas agudas de quien canta y llora. 

   Me ruegas, te humillas, pides perdón,
¿perdón?... Siempre es para ello buen momento,
mas dolor y orgullo, matan la razón.

   Quisiera perdonarte de verdad,
Perdón, hermoso  regalo de alma a alma,
con él, las dos encuentran dulce  paz.