Con las alas del
olvido,
vuelan, vuelan mis recuerdos.
Algunos no volverán,
están enterrados lejos.
Con violencia los llevaron,
los huracanados vientos.
Frágil, caduca memoria
que va muriendo al ser viejos,
es abandono forzoso
aunque nadie lo queremos.
Cuando la naturaleza
nos despoja sin remedio,
no caben lamentaciones,
lamentarse es de necios.
Practicar buenas
terapias,
sin duda alguna que es bueno.
Después, sonríe a tu paso,
deja un florido sendero,
hacen fata, muchas flores
y tenemos campos yermos.
No llores por lo perdido,
sonríe a los nuevos tiempo.
Da gracias pues aún nos quedan
sonrisas y amor muy tierno.
Ambas cosas son regalo,
el mejor de los obsequios.
Demuestra que hay mucho amor
en tu bella alma de abuelo.
No llores por tu
memoria,
perdida entre misterios,
será que no hace falta
que lastima algún recuerdo
y que todo nuestro afán,
se emplee en alzar vuelo,
ahora que estamos cerquita,
casi tocando los cielos.
A ese vuelo misterioso,
no debemos tener miedo,
está marcado el camino,
camino que siempre es nuevo
y no hace falta memoria,
con buen guía llegaremos.
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A todos los que
como a mí, se nos olvidan muchas cosas... ¡Animo! Aún podemos alegrar la vida de alguien.
